El día que reconoces en la mirada de tus iguales, almas conocidas, ese día es el comienzo de un nuevo despertar, el primer día de tu nueva vida. Todo cuanto antes has pensado, interpretado, masticado, creído y continuado según la influencia de miles de patrones culturales, sociales, psicológicos y emocionales ya no tienen cabida de la misma forma que antes. No es tarea fácil, pero sí uno de los más importantes y apasionantes retos a los que te enfrentarás en tu vida: el de reaprender el mundo desde la conciencia, desde el corazón, desde el amor puro, creéme que no hay misión en el mundo más importante y elevada que ésta. Entender los milagros y misterios de la vida no tiene precio.
El día que mires a los ojos de otra persona con profundidad y veas tu reflejo en ellos, ese día cambiará tu vida.
El día que pueda escribirla entera para leértela, dibujarla para enseñártela, o de las mil formas que no todavía no he imaginado, ese día habremos cambiado, todo habrá cambiado, y sí estaremos en la hora y el lugar perfecto con una sonrisa que se multiplicará en todos los planos del Universo.