29 junio 2025

“Porque tuve hambre”



            Y aunque el bien suela ser silencioso, la gran
 obra social que desarrolló Luz Casanova en el Madrid de principios de siglo XX, merece ser contada y conocida. 
Ella que pudo haber vivido la vida para la que había nacido, acomodada y llena de lujos, decidió poner atención y escuchar para siempre “el murmullo de los pobres”. De la calle Montesquinza a las periferias, inspirada por un profundo amor a Jesús y con su lema por bandera: “Que por mí no quede”, Casanova llega a crear una red de 49 colegios y escolariza a cerca de 14.000 niños y niñas en una capital tan desigual como moribunda. Funda un comedor social que, más de cien años más tarde, sigue dando servicio y una casa para mujeres maltratadas que también sigue en pie, pues ni la pobreza ni la violencia contra las mujeres han desaparecido un siglo más tarde. Su legado y espíritu permanecen imperturbables, como una casa que está bien construida. Incansable, determinante y valiente. Una mujer a la que la historia le debe su lugar y este libro le brinda una escalera para ocuparlo. Hacen faltan más personas con el hambre y la sed de Luz Casanova para cambiar el mundo de verdad.